La Guardia Civil tiene una nueva herramienta para combatir las infracciones de tráfico: 60 nuevos radares ligeros, multicarril y casi indetectables, tanto por su pequeño tamaño como por su tecnología. La Dirección General de Tráfico (DGT) formalizó su adquisición el pasado mes de noviembre, y las primeras unidades ya están siendo probadas en las carreteras. Los nuevos radares serán utilizados por los motoristas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil para realizar controles de velocidad a los vehículos que circulan por las carreteras. Lo harán desde puntos fijos con un trípode para denunciar a aquellos que excedan los límites de velocidad.