No a los ángulos muertos: así debes colocar los retrovisores del coche

Son una pieza esencial a la hora de iniciar la marcha. Los retrovisores de un coche, diferenciados entre exteriores e interiores, otorgan al conductor una visión fundamental de la zona trasera del vehículo, cuyo estado es esencial conocer a la hora de, por ejemplo, efectuar un adelantamiento o cambio de carril.

Para circular, la DGT obliga a llevar en óptimas condiciones dos retrovisores. El interior, situado en la parte central del cristal delantero, y uno de los dos exteriores, concretamente el izquierdo. En caso de tener roto o deteriorado el retrovisor derecho, la ley deja a elección del conductor la decisión de circular o acudir a un taller para su reparación.

Siempre, antes de poner en marcha el motor del vehículo, es fundamental revisar la colocación de los retrovisores, con el fin de que estos cumplan su objetivo: otorgar la mejor visión trasera y lateral al conductor. Una correcta colocación favorecerá una conducción mejor, fluida y relajada. Pero, ¿cómo conseguirlo?

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