El diésel, combustible favorito durante años de los europeos, perdió el año pasado el cetro de carburante más vendido. En 2017 se matricularon un 7,9% menos de vehículos con este combustible, lo que redujo su cuota de mercado al 43,7%, frente al 50% de los vehículos de gasolina, cuyas ventas se incrementaron un 11%. Los vehículos alternativos -híbridos, eléctricos e híbridos enchufables también aumentaron notablemente sus ventas, un 46%, pasando a suponer del 3 al 5% de las matriculaciones.