Apenas dos o tres meses aguantó el gigante americano del alquiler de vehículos Hertz el impacto sobre su actividad de la pandemia del coronavirus. La abrupta caída de ingresos forzó a la compañía a presentar la solicitud de bancarrota en la división americana el pasado mes de mayo ante la imposibilidad de atender a los acreedores. En Europa todavía no lo ha hecho, pero su caso ejemplifica los enormes problemas que el Covid-19 ha generado en un sector que tiene en la movilidad su razón de existir y que en España se ha visto afectado doblemente: primero por los confinamientos y las limitaciones de tránsito de ciudadanos por el estado de alarma, y después por el hundimiento del turismo, especialmente de extranjeros, durante este verano.
Las grandes compañías del sector (Hertz, Avis, Enterprise, Sixt, Europcar…) mueven casi el 70% del negocio de los ‘rent a car’. Pero solo representan el 5% del total de empresas dedicadas a la actividad.
Fuente: El Confidencial
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