El truco infalible para desempeñar los cristales del coche con lluvia
Cuando llega la lluvia, llega la falta de visibilidad a la hora de conducir. Al agua que cae sobre el parabrisas, hay que sumar que los cristales tienen más tendencia a empañarse. Esto se produce debido a la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior del cristal del coche, por lo que el vapor de agua del ambiente se deposita en la cara interior de la luna y de los cristales laterales. Si además se le añade el frío, es posible que hasta los retrovisores y las ventanillas también se empañen.
Lo mejor para secar un cristal empañado es dirigir el aire caliente al foco del problema y así compensar el frío exterior. Para ello se deberá poner la calefacción y el ventilador al máximo, según las recomendaciones del RACC.