El que avisa no es traidor: esta es la política de la Guardia Civil en su cuenta de Twitter. En ella avisa a los conductores, entre otros asuntos, del importe de las sanciones si incumple la normativa.

Este es el caso de los inhibidores y detectores de radar. Utilizar los primeros supone enfrentarse a una multa de 6.000 euros y la retirada de 6 puntos en el carné de conducir. Además, no solo está prohibida su utilización: también su instalación. De esta forma, si la Guardia Civil descubre al taller que ha colocado este dispositivo en el vehículo lo multará con 30.000 euros.

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