Hace más o menos 10 años, varios fabricantes chinos empezaron a mostrar en los grandes salones sus propuestas para conquistar el mercado europeo: Chery, Great Wall, Geely… Empezaban mal: graves problemas de calidad en las primeras unidades, solo motores de gasolina, red comercial inexistente, y unas imágenes de pruebas NCAP que hicieron mella.