Los responsables de la Dirección General de Tráfico (DGT), con su director Pere Navarro a la cabeza, consideran que el carnet por puntos (instaurado en 2007) ha servido para mejorar la seguridad vial. Pero también la creencia general es que se ha quedado obsoleto y debe readaptarse a la realidad. Por eso la DGT tenía previsto endurecer algunas sanciones y que algunas actitudes al volante, como el uso del teléfono móvil, supusieran una pérdida mayor de puntos.
De hecho, Tráfico había elaborado un anteproyecto de ley para modificar el texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, pero la anticipación de las elecciones deja en suspenso esta reforma, salvo que se apruebe por decreto en las próximas semanas.