Mercedes dio con la tecla del éxito con la renovación de la Clase A, en 2013. Un monovolumen pequeño se convirtió en un compacto deportivo, un cambio muy bien acogido por el mercado y que contribuyó a renovar la imagen de la marca alemana y acercarla a un público más juvenil. Eso explica que su cuarta generación mantenga en gran parte su estética en el exterior, aunque más estilizada y con nuevos grupos ópticos delante (similares a los del renovado CLS) y detrás.