Hubo un antes y un después del Diselgate en Alemania… y en Europa. Cuando Volkswagen admitió que algunos de sus motores Diesel incorporaban un software que alteraba las emisiones, la opinión pública empezó a rechazar este combustible: hoy en día, la mayoría de las grandes ciudades del Viejo Continente tienen planes para prohibir la circulación de los vehículos con motor Diesel a corto y medio plazo. Esta semana el Tribunal Superior de lo Contencioso-Administrativo alemán ha tomado una decisión que facilita la eliminación de los coches Diesel más contaminantes de las ciudades. Gracias a una sentencia, las ciudades que quieran prohibir estos vehículos podrán hacerlo sin el respaldo de una ley nacional. Las demandas del lobby medioambiental Deutsche Umwelthilfe (DUH) han sido aceptadas: Stuttgart y Düsseldorf podrán implementar sus medidas municipales, encaminadas a retirar los coches menos respetuosos con el medio ambiente.