La elevada antigüedad del parque automovilístico español, de más de doce años de media, no se va a recortar a corto y medio plazo. Las bajas de coches son menores a las matriculaciones, con lo que el rejuvenecimiento queda cada vez más lejos. O lo que es lo mismo, no se retiran de circulación automóviles viejos al mismo ritmo que se dan da alta nuevos.