Uno de los problemas que están ralentizando la normalización del vehículo eléctrico es la falta de una red de infraestructuras de recarga lo suficientemente densa. Aunque cada vez surgen más iniciativas para paliar este déficit. Esta semana, Ionity, detrás de la que están el Grupo Volkswagen, BMW, Daimler y Ford; anunciaba que instalará hasta 50 supercargadores en España, que se unirán a los 155 que ya tiene Tesla. La pasada semana, el RACC pedía más puntos de carga y ayudas estables para impulsar la compra de vehículos eléctricos. En concreto, un mínimo de 20 puntos por cada 100.000 habitantes, muy superior a los 3,8 que hay actualmente. Esta media será más factible con la propuesta que Iberdrola daba a conocer este miércoles.