Había expectación alrededor del stand Peugeot en el Salón del Automóvil de París de 1968. La marca francesa presentaba un modelo largamente esperado, que había tenido que retrasar su estreno por los acontecimientos de mayor del 68. El telón dejó al descubierto la nueva berlina del León, el Peugeot 504, un modelo que supuso una revolución por su diseño, obra de Pininfarina, por su excepcional confort y por su solidez y su gran polivalencia, capaz de enfrentarse tanto a los adoquines como a la arena de la playa, o incluso del desierto.

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