Cada vez quedan menos resquicios para los infractores de los límites de velocidad. El fabricante norteamericano Ford ha patentado, a través de su filial de innovación Ford Global Technologies, un vehículo autónomo capaz de poner multas sin que un agente de tráfico esté en su interior. Además, gracias a una conexión a internet inalámbrica, el coche notificaría la infracción al usuario en cuestión de minutos, y la transmitiría así mismo a las oficinas de la autoridad de Tráfico.