España tiene que estar preparada para olvidarse del coche de combustión en 20 años. Es la meta que marcó el aún presidente del Gobierno Pedro Sánchez. Y eso obliga a Andalucía a correr, más que andar, en la implantación de vehículos que funcionen con energías renovables porque nadie en el sector de la automoción es optimista. La comunidad va tarde, va lento y, además, el tiempo juega en su contra.
«La implementación del coche eléctrico en Andalucía es muy lenta» explica el directivo de Endesa Rafael Sánchez. «Estamos muy lejos de países europeos que son referencia en este asunto como Noruega», añade. Allí, indica Sánchez, un tercio de las ventas de coches son para el sector eléctrico. ¿Cuánto es en Andalucía? «No llega al uno por ciento», responde el experto en energía. Si se suma los híbridos alcanzan el 6,84 por ciento del total.