El mercado de los coche eléctricos está cogiendo fuerza, los precios cada vez son más económicos y su potencia va creciendo. Poco a poco van superando todos los obstáculos que se han encontrado por el camino hasta hacerse con un hueco importante frente a sus hermanos de combustión interna. Pero aún les queda un reto: las bajas temperaturas en invierno.
Según una nueva investigación de la Asociación Americana de Automóviles (AAA), publicada en The Verge, cuando el termómetro empieza a marcar por debajo de los cero grados centígrados, el rango de conducción de un coche eléctrico cae hasta en un 41%.