2020, uno de los ejercicios más complejos para el sector del automóvil
No ha sido 2019 un ejercicio especialmente exitoso para el sector del automóvil en España, aunque un pequeño impulso en la segunda mitad del año permitió finalizar el año con cifras menos críticas de lo que apuntaba allá por los meses de verano. Ventas y producción se han visto condicionadas por la incertidumbre que se vive desde hace ya más de un año en cuanto al desarrollo de las nuevas tecnologías que van a marcar el paso en los próximos años. Si a ello se une la cada vez más restrictiva normativa de emisiones que tanto condiciona a usuarios y fabricantes y la gran incertidumbre en cuanto al desarrollo a gran escala del coche eléctrico se refiere, el término “tormenta perfecta” empieza a oírse con demasiada frecuencia en el sector.
Y es que las fábricas españolas viven momentos de inestabilidad, en un cambio de ciclo que todavía no se sabe a ciencia cierta cómo afrontarlo, aunque todo parece encaminado hacia el coche eléctrico, al menos visto desde la perspectiva de las millonarias inversiones de los fabricantes en esta todavía incipiente tecnología que todos quieren imponer.